Por: Kepa Murua
Con las palabras pasan cosas. Las palabras nos sitúan en el mundo real e imaginario, nos dicen cómo somos y en qué pensamos. Nos señalan un camino al conocimiento y a la interpretación de lo que nos rodea. Las palabras sitúan la conversación entre las personas, los objetos adquieren relevancia cuando los nombramos, pero siendo un reflejo de lo que sentimos y decimos pueden huir de nuestro vocabulario si intentamos forzarlas. Lo más sorprendente de este acto reflejo, que busca la simplificación interesada, es que estas palabras sustentan un espacio para la comprensión del otro y de lo otro que está afuera.
Eso lo bueno de las palabras real e imaginario,totalmente de acuerdo.
Las palabras se te van de la realidad,yo noto que si las fuerzo en un dialogo,me noto falsas como si yo ya lo que he soltado,ya no era mío lo que estaba diciendo,sino forzando algo que no es real,me ha pasado.
Las palabras se te van de la realidad,yo noto que si las fuerzo en un dialogo,me noto falsas como si yo ya lo que he soltado,ya no era mío lo que estaba diciendo,sino forzando algo que no es real,me ha pasado.