Por: Isabel Rezmo

Ildefonso Vilches, publica con la editorial Adarve, “Caido de este lado”, una novela donde el tiempo y el espacio no comparten un misma dimensión, en un vaivén de acontecimientos fluctuantes, que convierten a esta novela en un elemento ágil, fresco.
Pasado y presente se desgranan en sus páginas y parece envolverte entre paisajes, los aromas, las gentes y los acontecimientos, que ocurren en cualquier pueblo del sur, en la primera mitad del siglo XX.
Sus capítulos cortos, saltando como decía en esa línea temporal y espacial, sin apenas diálogos, permite meterte en la historia como sujeto activo, observador de los pasajes que se van narrando. Y eso es lo más interesante de esta novela.
Son muchas las virtudes que encierran sus páginas. Un homenaje a las vidas de las ciudades de provincias, sus prejuicios, sus costumbres, el día a día en el campo, sus desgracias, su declive… y también deja entrever algunos acontecimientos históricos de la época como La guerra de Marruecos, que se extendió durante casi dos décadas, entre 1909 y 1927.
La decadencia, el sacrificio, la lucha son aspectos que vais a encontrar en sus páginas. Pero Vilches no sitúa la narración desde una posición pesimista, sino más bien crítica y a veces pragmática. Hay mucha poesía en sus páginas y también muchas preguntas tanto que lo trascendente se une en este recorrido a la vida del narrador.
Soy una enamorada del realismo mágico, y he evocado nombres propios como Arturo Usla Pietri o Miguel Ángel Asturias en la lectura de este libro. Ambos autores nutrieron mis lecturas en la adolescencia y me lleva a evocar pasajes de Las Lanzas Coloradas o EL Astillero.
Veo una clara intención de evocar las profundidades de la consciencia y del inconsciente, y en otras ocasiones nos lleva a una evocación más realista y misteriosa. La novela está invadida por los sentimientos a veces agónicos y otras veces cálidos del narrador.
Los hechos se narran en una atmósfera de normalidad aunque se trate de sucesos extraordinarios; yo diría incluso oníricos. Lo sensorial es una condición para describir la realidad El paisaje y/o clima refuerza las emociones de los personajes, su estado de ánimo.
Es un lujo encontrar narraciones como las que nos ofrece 1927, “Caído de este lado”, un lujo para disfrutar de la pequeña lectura, de poder sacar tantas emociones, tantas conclusiones y tanta metáfora de la vida. A veces la poesía se encuentra donde menos lo creas, y la novela, el relato puede conducir a todas estas sensaciones, que a veces creemos que no puede existir al margen de otros géneros.
Y es que la vida es pura poesía; está en la historia de nuestros abuelos, de nuestra familia, Es historia personal de caídas y de batallas, de amores y de pérdidas, de júbilo y tristeza.
La memoria colectiva e individual que tratamos azarosamente en convertirla muchas veces , en humo. Amémosla en los libros. Que sea eterna.

(Úbeda, Jaén, 1969). Diplomado en Ciencias Empresariales por la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Jaén (1996), actualmente cursa el grado de Lengua y Literatura Españolas por la UNED. Aficionado a la literatura, entre otras muchas dedicaciones, siente especial predilección por el realismo mágico, también por la novela negra y por la literatura del siglo XIX.
Podreis encontrar la novela en este enlace:
https://editorial-adarve.com/ildefonso-vilches-1927-caido-de-este-lado