Por: Inma J. Ferrero

Hoy en PROVERSO tenemos la oportunidad de descubrir a Maurizio Moretti, pianista y director de orquesta, es uno de los músicos italianos que en los últimos años se ha ganado gran estima en el panorama internacional.
A lo largo de su carrera, que abarca más de dos décadas, Maurizio Moretti ha actuado en las salas de conciertos más famosas de Europa y ha realizado giras regulares por Francia, España, Alemania, Austria y Europa del Este, con las orquestas más elogiadas.
R.P.- ¿Cómo y cuándo nace su pasión por la música?
M.M.- Era un niño que sentía curiosidad por la música, en casa teníamos el piano de la abuela… Comencé a tocar porque sentía curiosidad por aquel extraño mueble sonoro. Comencé con las clases de piano a los 8 años y posteriormente ingresé en el conservatorio de música de mi ciudad, Cagliari.
R.P.- ¿Cuáles son las experiencias más significativas que caracterizaron su trayectoria educativa, en qué período de su vida y por qué?
M.M.- Los años de mi diplomatura en piano fueron fundamentales, tuve un profesor que insistía mucho en la técnica y expresividad de las frases musicales. Después de graduarme con las mejores calificaciones, intenté ingresar al Conservatorio de París con el legendario Aldo Ciccolini. Estudié con él durante 6 años siguiéndolo entre Francia e Italia… fue fundamental para mí. Con él me hice profesional.
R.P.- ¿Por qué el piano y no otro instrumento?
M.M.- El piano es un instrumento que te completa, que te hace estar siempre en el centro de la música, como un director de ¡orquesta!
También me hubiera gustado estudiar violonchelo.
Posteriormente, estudié dirección con el gran Peter Maag.

R.P.- ¿Puedes contarnos sobre uno o dos momentos decisivos en tu carrera? ¿Qué representaban?
M.M.- Recuerdo los primeros grandes debuts europeos, en la KonzerHaus de Berlín, en el Concertgebouw de Amsterdam, en Moscú con la Filarmónica Estatal Rusa. En España realmente he tocado mucho y puedo mencionar con mucha emoción los conciertos en Madrid, en el Auditorio Nacional de Música como solista, con el Concertgebouw Orkester, con la Europa Philharmonie, con la Filarmónica de Moscú.
En cuanto a directores de orquesta, puedo mencionar a Maag, Justus Frantz, Piero Bellugi, Philippe Bender, entre otros.
También fue emocionante mi debut en China en el fantástico National Performing Art Center de Beijing, en Shanghai y en Japón en el Sontoury Hall de Tokio.
R.P.- ¿Si pudieras volver atrás, ¿qué harías diferente?
M.M.- ¡Nada! Repetiría todo, quizás con mayor tranquilidad.
R.P.- ¿A quién considera su compositor favorito? ¿Qué música está estudiando ahora? ¿Cuáles son sus próximos proyectos artísticos?
M.M.- Siempre he tenido una predilección natural por J. Brahms de quien he interpretado mucho repertorio solista y orquestal. Creo que he interpretado el Concierto para piano y orquesta No. 1 en Re menor de Brahms cien veces. Recientemente, he interpretado en Viena en el maravilloso Ehrbhar Saal.
Tengo muchas clases magistrales planeadas entre Japón y Europa (EuroArts el próximo verano en Szczecin, Polonia) y recitales en Corea y Europa.
R.P.- Cuando toca, ¿Lo hace instintivamente o lo compara conscientemente con otras versiones de la partitura que está tocando? ¿O ambos?
M.M.- Mis interpretaciones han cambiado con la madurez (¡¡¡en 2024 celebraré 40 años de carrera!!!). Hoy toco con una conciencia diferente. El proceso de aprendizaje siempre ha sido el mismo: después de una primera lectura, casi inmediatamente comienzo a estudiar los pasajes e inmediatamente empiezo a esbozar líneas interpretativas.

R.P.- ¿Cómo ve la situación musical y, en general, artística en Italia y el resto de Europa?
M.M.- Tengo mucha confianza, hay artistas jóvenes maravillosos que sigo con pasión en mi masterclass de piano en París en la prestigiosa Schola Cantorum de París. En general, la nueva generación es más madura y técnicamente está muy preparada.
R.P.- Hemos entrado en la era de la Inteligencia Artificial, ¿puede ser una herramienta que ayude a los músicos?
M.M.- La interpretación surge de la emoción y no puedo imaginarla confiada a una IA, pero quizás a mis 60 años no puedo imaginar la Inteligencia Artificial ligada a la actuación de un pianista, aunque quizás sea mi límite.
R.P.- ¿Qué recomienda a los jóvenes que están perfeccionando sus habilidades interpretativas, además de estudiar con mucha pasión y constancia?
M.M.- En París mis alumnos saben que les digo que tengan curiosidad, que exploren repertorios nuevos y olvidados. Estudiar siempre «escuchándote a ti mismo», intentar también imitar la voz humana con el «sonido» del piano. Mi escuela de piano (Aldo Ciccolini) deriva de la francesa y me refiero a Marguerite Long, amiga y primera intérprete de Maurice Ravel… ¡¡¡el sonido en el centro de todo!!!
R.P.- Muchas gracias por su disponibilidad y amabilidad.