LIBRO ESENCIAL
Por: Isabel Rezmo
Termino la lectura de Cuadernos de Humo, la revista poética editada por el poeta Hilario Barrero, edición 42. Y va siendo costumbre que Hilario me haga llegar este gran y hermoso cuadernillo , con poetas y poemas que tienen una mirada especial y que sobresalen de este basto universo poético que nos rodea. Es increíble, como mi conocimiento se va ampliando gracias a la labor de Hilario y de otros amigos de las redes, que me hacen llegar sus libros y/o ediciones.
El poeta es un continuo buscador de respuestas, de indicios, y en este caso, Cuadernos de Humo desde que tengo la oportunidad de leerlo, me invita a conocer, a indagar y sacar respuestas en esta fila tan brillante de almas poéticas, que suman y amplían la forma de comunicar y reconocer las emociones.
En este número 42, nos presenta la obra de Rafael Fombellida y su poemario «Devagar. (Hojas portuguesas)» con prólogo de Álvaro Valverde e ilustraciones de Álvaro Fombellida.
Estas «hojas portuguesas» están escritas entre 1989 y 1992, en Portugal. En este sentido ha incitado en mí volver a pensar en el viaje que hice a Portugal en 2016. Descubrir Lisboa, y pensar en una ciudad vieja en su plenitud y formas, en su legado universal en los ojos de Pessoa, Álvaro de Campos, Eugènio de Andrade, Miguel Torga, Ricardo Reis, Bernardo Soares. En su costumbrismo, en la suavidad del Tajo, en su pasado colonial. La poesía portuguesa, su fado, su historia me fascina, por lo que encontrar a este autor que proclama ese amor nostálgico en las letras portuguesas, me ha encantado:
Retorno a este lugar donde los dioses
adolecen de peso. Donde la nitidez
es una lengua muerta, una ilusión quedándose
dormida como un niño.
Allá de Santa Clara, donde los chopos negros,
he llorado la muerte de Fernando Pessoa,
capaz, desconocido, vasto, ingente,
inventor de sí mismo y de nosotros mismos.
Ahora me desnudo en estas letras
que escribo en su ataúd, su madriguera.
Y me siento a mirar el largo ya vacío
en la noche sin él, que es noche sin su Todo.
Estos poemas desembocan en un encuentro consigo mismo; la voz del poeta retumba en su interior y su lengua bebe de los paisajes y de la mar portuguesa, extrayendo sensaciones y emociones cuyo recorrido, servirá para conocerse internamente.
La mayor virtud de estos poemas es que enseñan a ser más libre. A comprendernos. A respetarnos, a ser más pragmáticos. Nos hace más objetivos, y más críticos.
La poesía tiene esa facilidad de convertirnos en seres pequeños y vulnerables, olvidándonos por un momento de la frialdad y la crueldad del mundo que nos ha tocado vivir.
Esta pequeña colección de poemas portugueses nos hablan de la nostalgia, de los recuerdos, del amor, del desasosiego: intentan esbozar nuestra silueta, nuestro cuerpo. Nos buscamos y nos encontramos en otros ojos, y en otros lugares, y en otros poemas.
En esta habitación siempre he pensado
―entre piedad y ánimos a los pacientes pobres―
que la vida era vida para ser escritura.
En qué estúpida hora lo diría.
La vida pasa al margen, y fingimos vivirla.
Como Pessoa somos nómadas urbanos, solitarios, meditabundos; posesos, histriónicos, vulgares; leales, amorosos, honestos, salvadores.
Siempre en la poesía para poder trasladarla a nuestra vida.
Mi lengua son recuerdos de una rúa portuense.
Tanto quanto me lembro, esta é a primeira vez.

Rafael Fombellida es un poeta español. Presente en antologías de poesía española en España, México y Bélgica. Codirigió las revistas y colecciones poéticas Scriptvm y Ultramar, y, en la actualidad, las Veladas Poéticas de la UIMP en Santander y la colección de poesía de Quálea Editorial.