LAS MUJERES OLVIDADAS EN EL ARTE

El Atril

Por: Isabel Rezmo

En este 8 de Marzo desde Proverso, vamos a reivindicar las mujeres olvidadas en el arte.  Es fácil echar la vista atrás, y comprobar que hasta hace muy poco comienza a recuperarse  nombres y trayectorias.  Quizás más en la literatura, pero también  deberíamos hacer un esfuerzo en otros escenarios.

Este mes vamos hacerlo en el arte.

Ende (Siglo X):

Es posible que fuera monja, quizás del monasterio de San Salvador de Tábara. Es la primera artista femenina en la península ibérica y una de las primeras en Europa de la que se tiene registro. Fue una iluminadora Leonesa de manuscritos activa en el Reino de León (norte de la península ibérica) a fines del siglo x.

En los manuscritos y libros ilustrados de la Edad Media, las miniaturas (del latín miniare,​ “colorear con minia”) o iluminaciones (del latín tardío illuminatio) eran pinturas o dibujos de figuras, incluidas o no en escenas o composiciones, las cuales, en su caso, representaban diversos temas propios de su etapa histórica, como los temas de carácter sacro, similares a los que llenaban los vitrales de las catedrales e iglesias en el arte románico y en el primer arte gótico.  A ello se debe el carácter de Iluminador o iluminadora a quienes se dedicaban a estas composiciones.

Firmó entonces “Ende pintrix et Dei aiutrix” (Ende, pintora y sierva de Dios) el manuscrito del ‘Comentario al Apocalipsis del Beato de Liébana.

Lavinia Fontana, Italia del siglo XVI:

Fue una cotizada retratista, pero no solo por su reconocimiento sino que se convirtió en pintora oficial de la Corte del Papa Clemente VIII y también trabajó para el Palacio Real de Madrid. Quizás es la pintora más exitosa del Renacimiento y el Barroco, una pionera que realizó cuadros de desnudos de hombres y mujeres (en la época los estudios de anatomía estaban vetados para las mujeres) y en la conciliación: su marido dejó el trabajo para ocuparse de la casa y sus 11 hijos mientras ella sustentaba la economía familiar con sus pinturas.

Judith Leyster (1609- 1660):

Esta artista holandesa del XVII era hija de un cervecero y la pintura apareció como un oficio necesario para sobrellevar las penurias económicas de la familia. Influida por Rembrandt, Vermeer, Frans Hals, su maestro, y la pintura caravaggista apenas hay una cincuentena de obras conservadas de ella porque dejó el arte cuando se casó. Consiguió hacerse hueco rápidamente entre sus contemporáneos del Siglo de Oro neerlandés; se debate si fue la primera mujer en pertenecer al Gremio de San Lucas de Haarlem y tuvo su propio estudio. Sin embargo después de su muerte cayó en el olvido, hasta que en 1893 el historiador del arte Cornelis Hofstede de Groot le atribuyó siete obras que se pensaba que eran de su marido o de Frans Hals. Se pueden ver sus obras En el Louvre en París, la National Gallery de Londres o el Rijksmuseum de Ámsterdam,  Galería Nacional de Arte de Washington entre otros.

Artemisa Gentileschi (1612-1613):

Otro de los grandes nombres del Barroco, una pintora que llegó a gozar de un notable consideración en la Italia del Setecientos aunque su fama decreció tras su muerte, llegándose al más profundo olvido de su obra un siglo más tarde,  en parte por la dispersión, la pérdida y las malas atribuciones. Fue la primera mujer admitida en la selecta Academia del Disegno florentina, lugar donde consiguió el mecenazgo de los Medici. La Galería de los Uffizi muestra una de sus obras, de clara influencia caravaggista, más reconocidas: ‘Judith decapitando a Holofernes’. En ella se representó en los rasgos de Judith y se vengaba de su preceptor artístico y agresor sexual, Agostino Tassi, retratándole como Holofernes. Le llevó a un juicio por violación y, aunque fue desterrado, ella sufrió torturas y un humillante examen ginecológico para demostrar su inocencia. Es, para muchos, la primera pintora feminista de la historia.

Elisabetta Sirani (1638- 1665):

Boloñesa,  una de las últimas representantes del importante barroco de esta ciudad, además de una de las primeras pintoras de mayor proyección internacional.

No tuvo acceso a la academia, por lo que tuvo que aprender el oficio en el taller de su padre, un ayudante del gran pintor de la Escuela boloñesa, Guido Reni. Aun así, Sirani consiguió hacerse pintora profesional con solo 19 años e incluso pudo poco después hacerse cargo del taller familiar, que adquirió gran prestigio gracias a su calidad y rapidez en la elaboración de las obras. Muchos vieron sospechoso que una mujer pintara así de bien y acusaron a Sirani de no ser la autora de sus cuadros, por lo que se vio obligada a realizar demostraciones públicas en respuesta a quienes cuestionaban la autoría de sus cuadros.

Alcanzó gran notoriedad en Europa, e especializó en pintura religiosa y, como buena barroca, usó y abusó del claroscuro. Llegó  a crear más de 200 cuadros en su cortísima carrera. Fallecería a los 27 años. Su criada fue acusada de envenenarla, pero una autopsia la absolvió del crimen.

Podemos encontrar sus obras en: En el National Museum of Women in the Arts en Washington, en la Galleria d’Arte Antica en Roma o en la Pinacoteca Nacional de Bolonia.

Luisa Roldán ( 1602-1706):

En el mismo siglo en España despunta la sevillana Luisa Roldán, hija del mejor escultor de la segunda mitad del XVII de la capital hispalense y más conocida como La Roldana. Dominó la talla de madera y barro, fue escultora de cámara de Carlos II y Felipe V y suyas son tallas como ‘Entierro de Cristo’, que se exhibe en el Met de Nueva York, o el gran ‘San Miguel Arcángel’ del Escorial. A pesar de su profusa actividad pasó muchas dificultades económicas y a su muerte su nombre también cayó en el olvido.    Podemos también encontrar sus obras en Londres o en Los Ángeles.

Juana Pacheco (1602- 1660)

Juana Pacheco fue la mujer de uno de los grandes exponentes de la pintura barroca española, Diego Velázquez, e hija del maestro de este, Francisco Pacheco. Aprendió el oficio en el taller de su padre y se sabe que trabajaba en el de su marido; pero de su obra no se conserva nada. ¿Puede que se atribuyese a alguno de estos dos hombres?

Supuestos retratos de Pacheco se han visto en obras de Velázquez como la Sibila,y la Adoración de los Reyes Magos, que forman parte de la colección del Museo del Prado de Madrid, y, por asociación y parecido, también podría haber sido la modelo de su esposo para el dibujo de una Cabeza de niña que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España,​ o para la obra atribuida a Velázquez, Cabeza de muchacha, expuesta en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Aunque existen dudas acerca de la autoría de este retrato y de la identidad de la protagonista, durante el siglo XX se exhibió como tal retrato de la esposa del pintor. Santa Justa y Santa Rufina, son otros cuadros en los que Juana Pacheco pudo haber servido de modelo a su padre.​

Juana Pacheco y Velázquez permanecieron juntos durante 42 años y ambos murieron en 1660, primero Velázquez el 6 de agosto, y una semana después, Juana, el 14 de agosto.

Angélica Kauffman (1741- 1807):

La mujer que puso rostro a Goethe o Reynolds, pintora suiza neoclásica que alcanzó una gran fama en el siglo XVIII. Aprendió el oficio de su padre y con tan solo 15 años hacía retratos por su cuenta. Viajó a Italia donde se formó y siguió pintando hasta que fue invitada a ir a Londres, participando en la fundación de la Royal Academy of Art. A pesar de ser mujer, se atrevió con la pintura de historia, la cual les estaba tradicionalmente vetada. Sus obras se encuentran por todas las grandes pinacotecas del mundo, el MET museum en Nueva York, la Galleria degli Uffizi en Florencia, el Louvre; y en España en el Museo del Prado y el Museo Thyssen.

Marie Loise Elisabeth Vigée Lebrun (1755- 1842):

Fue la pintora francesa más famosa del siglo XVIII y una de las retratistas más demandadas de su época. Su pintura está presente en un centenar de museos de 20 países. Su obra incluye 900 pinturas, entre ellas 700 retratos —muchos autorretratos, 30 retratos de su amiga María Antonieta y 67 retratos realizados durante los seis años de exilio en Rusia—. Durante sus viajes se convirtió en miembro de las Academias de Florencia, Roma, Bolonia, San Petersburgo y Berlín. Dejó escritas las memorias sobre su vida.

“No aparecerá en los libros de Historia del Arte pero sí en los de Historia Universal: retrató a toda una corte de personajes cuyas cabezas acabarían cortadas en la guillotina de la Revolución Francesa”, explica Manuel Jesús Roldán autor del libro Eso no estaba en mi libro de Historia del Arte ( Ed.Almuzara) .. El primer retrato se lo hizo con solo 23 años. En Rusia pintó a numerosos miembros de la familia de Catalina la Grande.

Berthe Morisot (1841- 1895):

Pintora impresionista francesa que trabajó durante tres décadas de manera profesional, la primera vez que expuso su obra tenía solo 23 años.  Expuso en el  Salón de París, e incorporándose más adelante a la vanguardia de las exposiciones impresionistas comenzadas en 1874, de las cuales también participaron Claude Monet, Edgar Degas y Pierre-Auguste Renoir, entre otros.

Se la considera la primera mujer del movimiento impresionista y se ganó el respeto y la valoración de los demás artistas de su época. Una gran parte de su obra pertenece a colecciones privadas, pero hay obras de ella en la Galería Nacional de Arte de Washington, en el Museo Thyssen en Madrid y en el Museo Nacional de Estocolmo entre otros.

A pesar de que hasta finales del siglo xx, la historia del arte había relegado su historia y participación a un segundo plano, tanto su talento como su habilidad le valieron el respeto y reconocimiento públicos de sus colegas varones contemporáneos, logro por lo demás inusual para las mujeres de la época. Su voluntad de romper con la tradición, la trascendencia de sus modelos y su capacidad la convierten, para algunos autores, en “la gran dama de la pintura.

Mary Cassatt (1844- 1926):

Fue una pintora, grabadora, artista gráfica y fotógrafa.  Aunque nacida en Pensilvania, pasó gran parte de su vida adulta en Francia, donde forjó amistad con Edgar Degas y se incorporó al movimiento impresionista. Cassatt pintó, principalmente, imágenes representando la vida social y privada de las mujeres, con especial énfasis en los lazos entre ellas y sus hijos. Mary Cassatt fue descrita por Gustave Geffroy como una de «las tres grandes damas» del impresionismo junto a Marie Bracquemond y Berthe Morisot.

Marie Bracquemond (1840- 1916):

Fue una pintora, grabadora y ceramista francesa del siglo XIX. El crítico de arte Gustave Geffroy en su libro Historia del impresionismo, publicado en 1894, mostró su admiración por la obra de Marie Bracquemond, ya que la definió como una de “las tres damas del impresionismo” junto con Mary Cassatt y Berthe Morisot.

Conoció y entabló amistad con Edouard Manet, Edgar Degas yHenri Fantin-Latour; y con pintores impresionistas como Alfred Sisley, Claude Monet y Camille Pisarro. Además se relacionó con críticos de arte y coleccionistas de estampas japonesas como Philippe Burty. Monet fue quien animó a la pintora a alejarse de los tonos oscuros utilizados por Ingres para que se acercara a los planteamientos del impresionismo y a la pincelada libre.

La pintora gozó de un cierto reconocimiento en vida, sobre todo en su etapa más académica. A pesar de ello, parece que los continuos reproches de su marido acabaron desanimando a la artista, haciendo que abandonara totalmente la pintura a partir del año 1890. Se retiró del mundo entre artistas con el que se relacionaba y de las exposiciones, convirtiéndose en una desconocida fuera del limitado campo de personas que estaban al tanto de su producción.

Su trabajo no obtuvo el reconocimiento oficial hasta tres años después de su muerte, en 1919, con motivo de la exposición organizada por su amigo Gustave Geffroy y por su hijo Pierre en la Galerie Berheim-Jeune de París. En esta exposición se mostraron al público noventa pinturas de la artista, treinta y cuatro acuarelas, veintitrés dibujos y nueve grabados. Aunque esta misma galería realizó una segunda exposición de Marie en el año 1962, en la que se mostraron 38 pinturas al público, la mayor parte de su inventario es aún desconocido. En la actualidad sigue siendo complicado hacerse una idea del conjunto de su tarea artística, ya que la mayoría de sus obras se encuentran en colecciones particulares y de forma muy repartida. Solo cuando se disponga de un catálogo razonado de su producción será posible valorar de forma completa sus logros como pintora.

Lluïsa Vidal (1876- 1918):

Fue una pintora española perteneciente al modernismo catalán. Activista feminista, las mujeres son las grandes protagonistas de sus cuadros y consiguió ser muy reconocida y vivir de su arte. Después de su muerte desapareció como tantas otras y se borró la firma de sus cuadros para atribuirlas a otros contemporáneos varones. Algunas de sus obras rescatadas se encuentran en el Museu Nacional d’Art de Catalunya.

Lluïsa fue la única mujer de su época que se dedicó profesionalmente a la pintura y la única que fue a París a estudiar. Cuando vuelve de París se afilia al grupo de feministas católicas lideradas por Carme Karr. En ese círculo, se movió desde entonces y muchos de sus retratos fueron de las mujeres de este entorno, de su familia y de amigos.

Mujer activa y comprometida socialmente, vivió de la pintura y de las clases particulares que impartía en su taller de la calle de Salmerón, hoy Grande de Gracia, que antes había ocupado Nonell, y de sus colaboraciones en revistas. Entró en contacto con todo el grupo de artistas europeos, fugitivos y refugiados de la guerra y establecidos en Cataluña, convirtiéndose en una activa pacifista formando parte del Comité Femenino Pacifista de Cataluña.

Suzanne Valadon (1865-1938):

Hija de una lavandera viuda, se estableció en el barrio de Montmartre. Fue en ese barrio donde Valadon tuvo la posibilidad de iniciarse como artista. Su madre ejercía distintos trabajos, por lo que no tenía mucho tiempo para quedarse con Suzanne. Su posición social le permitió entrar en el mundo masculino, donde fue capaz de pintar sin diluir su género y sin comprometer su posición, ni amenazar su estatuto de mujer. Al igual que Berthe Morisot y Mary Cassatt pintó, en su mayoría, mujeres. Conoció el éxito en vida, por lo que pudo salir a flote a pesar de las dificultades económicas de su juventud y sacar a su hijo adelante, al que llamó Maurice Valado y quien años después sería el famoso pintor Maurice Utrillo. El cambio de su apellido se debió a que fue adoptado por uno de los amigos de su madre, el también pintor Miquel Utrillo. Se casó dos veces, la última con un joven pintor que era amigo de su hijo, y no tuvo ningún problema en salir por los bares de Montmartre a codearse con sus amigos artistas. Algunas de sus obras se encuentran en el MET de Nueva York.

Käthe Kollwitz (1867- 1945):

Fue una grabadora, pintora y escultora alemana. La violencia de las guerras de su contexto, así como la pérdida de un hijo durante la Primera Guerra Mundial, marcó significativamente la producción de sus obras, y eso la ha convertido en una de las figuras más populares del arte alemán de entresiglos en la actualidad. Fue censurada por el Partido Nazi y vio como casi toda su obra fue destruida en un bombardeo. De su legado se conservan piezas en el Museo de Brooklyn, en el MoMa de Nueva York, además de existir museos dedicado a ella en Berlín y en Colonia.

Florine Stettheimer (1871- 1944):

Fue una pintora modernista, feminista, diseñadora teatral, poeta y salonniére estadounidense. Desarrolló un estilo de pintura teatral que representa a su familia, amigos y experiencias de la ciudad de Nueva York. Pintó el primer autorretrato feminista desnudo, ejecutó pinturas con temas controvertidos de raza y preferencia sexual y escribió poesía humorística, además de diseñar varias escenografías (teatro, ballet).

Tarsila do Amaral (1886-1973):

Fue una pintora brasileña, la más representativa del movimiento modernista de su país. Fue autora de 272 pinturas, 6 murales y alrededor de 1300 dibujos. Esta artista brasileña ha sido rescatada del olvido recientemente, Fue una notable representante del movimiento impresionista brasileño y su primera exposición en solitario fue a los 23 años en París. En 2009, la Fundación Juan March en Madrid realizó una exposición dedicada a esta artista, hay dos obras en la colección del Museo Reina Sofía y, recientemente, el museo MoMa ha adquirido una de sus pinturas.

Dorothea Tanning (1910- 2012):

Fue una pintora, ilustradora, escultora y escritora estadounidense. Diseñó también decorados y trajes para ballet y teatro. La mayor parte de su colección se encuentra repartida entre museos del mundo, y en el año 2018 el Museo Reina Sofía le dedicó una gran exposición retrospectiva.

Dorothea Tanning era una Artista Polifacética que nació en 1910 en Galesburg, Illinois, vivió 101 años, en los que nos regaló una extensísima y fantástica obra, muriendo en su casa de Nueva York el 31 de enero de 2012.

Sus escasos estudios oficiales de arte los realizó en Chicago (recorriendo el Instituto de Arte donde aprendió lo que era la pintura), de donde salió algo desilusionada. Poco después conoció a Julien Levy, en 1941 en Nueva York, conocido marchante de arte con muchos amigos surrealistas refugiados de la Francia ocupada por los nazis.

Ya iniciada en la corriente Surrealista, mientras trabajaba en el autorretrato más tarde conocido como «Cumpleaños», conoció a Max Ernst, quien visitó su estudio en 1942, ella misma nos cuenta su experiencia, recogida para que puedas leerla un poco más abajo.

Además de Pintora, Dorothea Tanning era Poetisa, Escultora, Fotógrafa y Cinematógrafa, la exploración de la mente y los enigmas de la vida la llevaron a producir una extensa obra que no podía quedar contenida en solo un medio de expresión. Tales dimensiones tiene su obra que en este artículo nos centraremos únicamente en la primera parte de su obra pictórica, la que podríamos considerar más afin al carácter del arte surrealista.

Marisol Escobar (1930- 2016):

Fue una escultora de ascendencia venezolana nacida en Francia. Se destacan sus obras de arte pop. Sus esculturas satíricas inspiradas en la cotidianidad, ocuparon -y ocupan- espacios galerías, ferias y museos como el mueso MoMA y la Sidney Janis Gallery, en Nueva York, y la Bienal de Venecia.  En Nueva York tuvo la oportunidad de relacionarse con artistas como Hans Hofmann, Jackson Pollock, Franz Kline y Roy Lichtenstein que le apoyaron en los inicios de su carrera. Fue  una figura destacada tan relevante que sale en un par de películas experimentales de Andy Warhol.

Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras. Obtuvo   el Premio Gabriela Mistral en 1997 a las artes plásticas.

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