KAZIMIR MALÉVICH: REPRESENTANTE DE LA ABSTRACCIÓN GEOMÉTRICA.

El Atril

Por Isabel Rezmo

«La esencia de la naturaleza es inmutable en medio de todos los fenómenos variables» 

Nació en Kiev, actual Ucrania, 1878  y murió en Leningrado, actual San Petersburgo, 1935

 Fue el máximo representante del suprematismo, una de las principales corrientes defensoras de la abstracción geométrica en la Rusia del primer tercio del siglo XX. Su objetivo es la búsqueda de la supremacía de la sensibilidad pura en el arte. Consiste en un arte desvinculado del objeto, un arte hacia la abstracción total. Fue un pionero absoluto del arte abstracto.

El suprematismo recibe su nombre de la palabra latina supremus, que significa más alto. En los inicios del nuevo sistema artístico, este término significaba la superioridad del color sobre todos los demás componentes de la pintura, como el mejor medio para transmitir energía. Las elevadas composiciones supremas de figuras geométricas conducen al espectador a espacios paralelos donde reina la espiritualidad y no existe nada material.

En 1907, en Moscú, Malevich visita la exposición Vellocino de Oro, en la que se incluye una importante selección de arte francés. En ésta ve por primera vez obras de Pierre Bonnard, Georges Braque, Paul Cézanne, André Derain, Paul Gauguin, Albert Gleizes, Henri Matisse, y Pablo Picasso, entre otros. Ese año es su primera exhibición junto a Natalia Goncharova, Vasili Kandinski y Mijaíl Lariónov en la XIV Muestra de la Asociación de Artistas de Moscú, en la que participa con dos dibujos. En los próximos años exhibirá en varias ocasiones con Goncharova y Lariónov considerados los introductores del cubismo y el futurismo en Rusia. Malevich, pronto también se convierte en una figura clave de esta corriente, y al igual que otros miembros del grupo se suma a acciones públicas como salir a las calles con el rostro pintado y pregonar la caída del antiguo arte. Al respecto, el artista en 1923 sostendrá: “El futurismo nos enseñó no solo a percibir el mundo de otra manera, sino también a actuar y hablar públicamente. Gracias al futurismo se produjo la unión entre los pintores y los poetas Burliuk, Jlébnikov, Mayakovsky, Kamensky, Kruchenykh”. 

En su juventud primero estudió en la Escuela de Agricultura  quería pintar la naturaleza que le rodeaba y porque le encantaba el campo.  

Después de estudiar arte en una academia privada de Moscú, pintó primero cuadros de tipo impresionista luego evolucionó hacia  el fauvismo como representa  Matisse y hacia un estilo tubular semejante al de Fernand Léger.   Participó con obras de este tipo en varias exposiciones dentro y fuera de Rusia; en sus viajes conoció el cubismo de Picasso y Braque y el futurismo de Umberto Boccioni y Gino Severini,  y le inspiró en  creaciones de fragmentación formal cubista combinada con multiplicación de la imagen futurista.

En 1910 Mijaíl Lariónov le invitó a participar en la exposición Sota de Diamantes y en 1912 participó en la formación de El Rabo de Burro. Durante estos años el arte de Malévich evolucionó desde una estética próxima al postimpresionismo hacia el cubismo y más tarde el futurismo.

En 1915 fue expuesto su Cuadrado negro (Moscú, Galería Estatal Tretiakov) una de sus obras más importantes, en la muestra 0.10. La última exposición futurista de pintura y con este motivo publicó Del cubismo y el futurismo al suprematismo, donde resumía su nueva teoría artística.  A partir de aquí, su arte se centró en la representación de figuras geométricas, entre las que predominaba el cuadrado, sobre un fondo blanco.

Después del cuadrado negro, aparecen los cuadrados blanco y rojo. Realismo pictórico de un niño con mochila – Masas de color en la Cuarta Dimensión, de 1915, es un claro ejemplo de lo importante que son la forma y el color para la pintura. Dado que el Suprematismo rechazaba las ilusiones de la pintura figurativa, Malevich la consideraba como una nueva forma de realismo, que él mismo denominó «nuevo realismo pictórico«. Su tema, por ende, eran los componentes básicos del lenguaje de la pintura: el color, la línea y la pincelada. Las unidades básicas de este nuevo vocabulario visual eran los planos, que podían presentarse estirados, rotados o superpuestos pero siempre sobre fondos blancos, que para Malevich, representaban el espacio ilimitado del ideal.

Durante el año siguiente trabajó junto a otros artistas en la revista Supremus, pero antes de que se llegase a publicar fue llamado a filas.

Después de la Revolución Rusa, fue un activo miembro de los comités artísticos revolucionarios. En 1919 aceptó un puesto de profesor en la Escuela de Arte de Vitebsk que dirigía Marc Chagall y se hizo con la dirección del centro durante una ausencia de éste. Después   se centró en la docencia, en sus escritos sobre arte y en la creación del grupo Unovis (Los Heraldos del Nuevo Arte).

Tras ser cesado en Vitebsk en 1922, se estableció con algunos estudiantes en Petrogrado (hoy San Petersburgo), donde trabajó en el Museo de Cultura Artística, que a partir de 1923 se llamó Instituto de Cultura Artística (Injuk). El trabajo del instituto se expuso primero en Rusia y después en otros países como Alemania, donde visitó la Bauhaus.

En torno a 1930 comenzó a tener problemas con las autoridades públicas soviéticas por sus contactos con artistas alemanes y fue arrestado, aunque recuperó la libertad poco después.

Desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de las vanguardias: creador, junto con Piet Mondrian, de la abstracción geométrica e inspirador de la obra de El Lissitzky y de Laszlo Moholy-Nagy, fue punto de partida de la posterior evolución del arte abstracto europeo, así como del diseño gráfico. La mejor colección de su obra se conserva en el Stedelijk Museum de Amsterdam.

Sus obras más representativas y famosas son sobre la exploración de formas geométricas fundamentales: círculos, cuadrados, líneas, rectángulos y triángulos.

Decidió crear su propio movimiento artístico enfocado en las formas geométricas fundamentales, rechazando así el arte convencional para buscar la pura sensibilidad a través del arte abstracto y la abstracción geométrica.

En 1935, participa con cinco retratos en la Primera Muestra de Artistas de Leningrado, que será su última exposición en la Unión Soviética hasta 1962. En 1936, sus obras dejadas como regalos durante su viaje a Alemania son seleccionadas por Alfred H. Barr, director del Museo de Arte Moderno de Nueva York, para ser incluidas en cubismo y arte abstracto. Muere el 15 de mayo de ese año y como homenaje a su contribución al arte, el ayuntamiento de Leningrado costea sus exequias.

Sus cuadros están entre los más caros de la historia, pero no está claro a qué país pertenece su legado. La disputa política por el patrimonio cultural afecta a Malévich, pero también a otros artistas, escritores Rusia, Ucrania, Polonia y Bielorrusia se disputan su lugar de procedencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *