SESENTA AÑOS DE LUTO

Por: Tomás Sánchez Rubio

El año 1964, bisiesto por más señas, fue realmente notable tanto a nivel nacional como internacional.

El 21 de junio la selección española de fútbol, dirigida por el cordobés José Villalonga Lorente, se hizo, gracias a un sonado gol de Marcelino en el Santiago Bernabéu, con nuestra primera Copa de Europa; sería −nada menos− frente a la Unión Soviética, inabarcable país dirigido por un Nikita Jrushchov al que le quedaban pocos meses en el poder. Por otro lado, la escasez de reconocimientos en los XVIII Juegos Olímpicos de Tokio, serían contrapesados por el triunfo del tenista Manolo Santana en Roland Garros, dentro de la categoría individual masculina.  

En el plano internacional destacaremos, en el mundo de la cultura, la concesión del Premio Nobel de Literatura a Jean Paul Sartre, quien lo rechazaría, no sin antes remitir una breve explicación de su polémica postura a la Academia Sueca. El Nobel de la Paz, por su parte, sería otorgado a Martin Luther King, pastor y firme defensor de los derechos civiles en su país, gobernado en aquellos momentos por el demócrata Lyndon B. Johnson. Por otra parte, el óscar a la mejor película iría a parar ese año, en la XXXVI edición de los premios, al filme Tom Jones, de Tony Richardson. En el Festival de Eurovisión, celebrado en Copenhague, una jovencísima veronesa llamada Gigliola Cinquetti, representante de Italia, causará sensación con su tema Non ho l´età. Nuestro país quedaría decimosegundo con el trío vocal-instrumental uruguayo TNT y su canción Caracola.

El 18 de julio de 1964 se inauguraban oficialmente los estudios de TVE de Prado del Rey, ubicados en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Sustituyeron a la anterior sede del Paseo de La Habana. En la pantalla pequeña triunfaban series ─de factura norteamericana la inmensa mayoría─, cuyos nombres a día de hoy aún les sonarán a muchas personas: El virginiano, Los intocables, Los Picapiedra… A finales de marzo hará su aparición el gran éxito de la temporada, Reina por un día. La adaptación del programa estadounidense Queen for a Day, presentado por Jack Bailey, se emitía la tarde de los domingos con periodicidad semanal. El pegadizo tema de cabecera estaba interpretado por la cantante sevillana Conchita Bautista. El espacio, conducido sucesivamente por José Luis Barcelona y Mario Cabré, se emitía desde los estudios Miramar de la Ciudad Condal, y estaba dirigido “a las mujeres de España, con la finalidad de hacer realidad los sueños o deseos a los que aspiraban…”

Respecto a los estrenos cinematográficos en 1964, aparte del furor desatado por la entrañable Mary Poppins, película estadounidense dirigida por Robert Stevenson, cabe destacar tres productos nacionales imprescindibles, a mi modo de ver, para la historia de nuestro cine: El extraño viaje, de Fernando Fernán Gómez; La tía Tula, de Miguel Picazo, y La niña de luto, de Manuel Summers. A la primera película de las señaladas, le dediqué un artículo en el número de diciembre de 2023 en esta misma revista[1]. En una próxima entrega me ocuparé de la segunda de las citadas, versión para la gran pantalla de la novela de Miguel de Unamuno y excelente primer largometraje de Picazo, protagonizado por una soberbia Aurora Bautista.

La niña de luto se estrenó comercialmente el 16 de noviembre de 1964, hace justamente sesenta años.  La cinta, con una duración de casi hora y media, fue rodada en su mayor parte en La Palma del Condado, acogedora localidad onubense de gran tradición vitivinícola, cabecera de su partido judicial y situada en el centro geográfico de la comarca Condado-Doñana. Especialmente destacable es la ermita del siglo XVI que es hogar de Nuestra Señora del Valle Coronada, Patrona del municipio palmerino. La vida cotidiana de sus habitantes quedará retratada de forma fiel, proporcionando un marco costumbrista que contribuirá en gran manera al realismo de la trama. Puede decirse, pues, que los figurantes de la película fueron los propios vecinos del pueblo en su andar habitual, en sus calles y en sus propias casas.

Otros exteriores del rodaje fueron el paraje de Gadea (Villarrasa), el interior de la Iglesia parroquial de San Juan del Puerto o la entrada de Villalba del Alcor, todos en la misma provincia de Huelva, tan querida para mí. 

El argumento de La niña de luto se basaba en una idea de Francisco, hermano del director, Manuel Summers, a partir de un caso verídico. Para el realizador sevillano, se trataba de su segunda película tras Del rosa… al amarillo (1963), película compuesta por dos historias consecutivas e independientes entre sí, y rodada por completo en blanco y negro. Entrañable y original en su planteamiento, la cinta obtendría la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián.

La sinopsis de la película podría ser la siguiente: Rocío Vázquez Romero está muy contenta porque llega el final del luto que ha debido guardar por la muerte de su abuela, pudiendo al fin casarse con su novio Rafael Castroviejo, practicante del pueblo. Ambos se ven en el paseo y reviven sus ilusiones de amor y proyectos de matrimonio, interrumpidos meses atrás. No obstante, seguidamente fallecerá el abuelo de ella, tras haber sufrido una indigestión después de la celebración de un bautizo. Rocío deberá guardar de nuevo luto, periodo más o menos largo, en el que la familia ha de abstenerse de cualquier celebración o manifestación externa de “falta de respeto” hacia la memoria del miembro desaparecido. La boda debe ser de nuevo aplazada… Rafael no está dispuesto a esperar, ya que ni siquiera “está bien visto” que la pareja tenga la menor comunicación entre ellos, y le propone a Rocío que se marche con él a Huelva. La muchacha duda entre el deber y el amor. Vence el último, pero mientras Rocío prepara su equipaje, su padre muere… El novio se irá solo a la capital.

La música de la película es obra del veterano Antonio Pérez Olea; no obstante, podemos decir que la verdadera banda sonora de la cinta será el conocido bolero Dos cruces, del músico vasco Carmelo Larrea, compositor de otros éxitos de la época como Camino verde o Puente de Piedra, y que ya a finales de los 50 popularizarían cantantes como El Niño de Murcia, Angelillo o la francesa Caterina Valente.

En el guion de la película colaborarían, junto al propio Manuel Summers, Tico Medina, Francisco Summers, Bernardo Ballester y Pilar Miró. Respecto a los actores principales, la película marcaría un hito en sus respectivas carreras. Para María José Alfonso y Alfredo Landa, magníficos ambos y con una dilatadísima trayectoria posterior, supuso su primer éxito como protagonistas. De hecho, ella habría de ser reconocida con la medalla a la mejor actriz del Círculo de Escritores Cinematográficos.

Destacable, asimismo, en el filme que nos ocupa, será la intervención de Pilar Gómez Ferrer o Vicente Llosa. Curiosa y fascinante resultará, por otro lado, la aparición de la pintoresca figura de Juan García Muñoz, conocido por Juanito “el de Tarifa”[2], representante de aquellas personas conocidas por todos en cada comunidad por su extravagancia o maneras distintas de los cánones generalmente aceptados en la época.

Puede definirse La niña de luto como una comedia negra, con momentos verdaderamente dramáticos, al reflejar la dolorosa resignación ante una represión social real en aquella época, en un mundo regido por las apariencias. Es la historia de un amor imposible, una aguda parodia tragicómica ─más trágica que cómica─ de la inmortal obra Romeo y Julieta. En ciertos detalles me recuerda a otra gran película neorrealista anterior: El pisito (1958), dirigida por Marco Ferreri y protagonizada por Mary Carrillo y José Luis López Vázquez.

Cincuenta después del estreno de la Niña de luto, los hermanos José y Manuel Lagares (ganadores de un Goya en el año 2000, por su interesante cortometraje Los Girasoles) se implicarían en la elaboración del documental La niña ya no está de luto, como homenaje y conmemoración a la película de Summers y al pueblo onubense que le dio vida[3].


[1] https://proverso.latintadelpoema.com/casi-sesenta-anos-de-un-extrano-viaje

[2] https://ciudaddetarifaalminuto.com/articulo/actualidad/don-juan-garcia-munoz-juanito-el-de-tarifa-juanito-el-bicicletas-juanito-el-tonto/

[3] https://www.cinemaldito.com/la-nina-de-luto-manuel-summers/

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