El Atril
Por: Isabel Rezmo
El estadounidense Jackson Pollock es uno de los pintores más representativos del expresionismo abstracto con sus pinturas de goteo. Sin embargo, su vida no fue nada fácil.
Diriamos que hay dos extremos que se oponen si contemplamos una obra de Pollock: Amor o aversión. No hay un término medio.
Algunos lo consideraban como un maestro de la pintura; otros, sin embargo, creían que su arte resultaba un tanto subversivo. Sin embargo, no cabe duda que su vida siempre estuvo marcada por la violencia y el alcohol. . El éxito y la fama llegaron poco antes de morir a causa de un trágico accidente que él mismo provocó. Porque el mayor enemigo de Jackson Pollock fue probablemente él mismo.
Amaba el arte y quería ante todo ser artista. Los demás estudiantes se reían de él, pero él sabía que tenía algo que decir en pintura.
Y efectivamente, lo que al final consiguió fue nada menos que crear el primer estilo 100% estadounidense: lo que se conoce como expresionismo abstracto.
«La pintura tiene una vida propia. Yo trato de dejar que aflore».

Hijo de granjero, Pollock pasó su infancia en Wyoming, Arizona y California. Al final, sabía que si no podía ir a París, un artista debía ir al menos a Nueva York y ahí estudió en el Art Students League, donde conoció la pintura de los muralistas mexicanos, y al Greco, además de desarrollar su carrera paralela: la de alcohólico.
su infancia se basó en cambios constantes de residencia y estallidos de violencia por parte de su padre, que era alcohólico. Pollock abandonó su casa con tan solo 8 años y su hermano mayor, Charles, intentó asumir el papel de cabeza de familia lo mejor que pudo.
Con 16 años, Jackson dejó el instituto y se trasladó a Los Ángeles con su madre para estudiar en la Manual Arts High School, una escuela dedicada a las artes. Pocos meses después de graduarse, en 1927, se trasladó a Nueva York para vivir con sus hermanos. Charles, 10 años mayor que él, le animó a unirse a la Liga de Estudiantes de Arte para aprender de Thomas Hart Benton. Él también fue quien le enseñó los murales de los pintores José Clemente Orozco y Diego Rivera, que influyeron de forma notoria en los primeros trabajos de Pollock.
Durante su estancia en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, Pollock se empapó del arte de Benton. Este, en su época, estaba considerado como uno de los representantes más importantes del regionalismo –conocido también como Escuela de Nueva York–, una corriente que se centraba en representar a la clase obrera estadounidense y su vida en las zonas rurales del país de la forma más realista y naturalista posible. Cuando Benton dejó de dar clases en 1935, Pollock ya había completado su formación pero todavía no estaba preparado para vivir de su arte. En ese momento, cayó en las redes del alcoholismo, un hecho que pudo estar relacionado con la muerte de su padre en 1933.
Empezó con obras figurativas, pero al final de los años 30 empezó a interesarse por la pintura abstracta, que le permitió desarrollar su arte a pesar de sus carencias artísticas, al menos para los legos en la materia. Pero en 1947 algo cambió. La leyenda habla de accidentes (bote de pintura derramado en el lienzo, salpicaduras….) y también de plagios directos (hablamos de Janet Sobel, ama de casa y verdadera creadora del estilo). Sea como sea Pollock «creó» el llamado dripping: en lugar de utilizar caballete y pinceles como Dios manda, colocaba en el suelo el lienzo y sobre él dejaba gotear la pintura.
Durante años se dedicó únicamente a viajar por el país y a dibujar.
Entre 1935 y 1941, trabajó en el Proyecto Federal de Arte, programa de subsidios creado por el Gobierno Roosevelt.
En 1943, realizó su primera muestra en la galería neoyorquina Art of this Century.
Sus primeras obras, todas realistas, representan escenas. Influido por el surrealismo, pinta cuadros como La loba (1943, Museo de Arte Moderno, Nueva York).
En 1947, eliminó de sus obras todo símbolo reconocible y empezó a pintar composiciones absolutamente abstractas por medio de una técnica que ha de convertirse en leyenda junto con el propio artista: el dripping o chorreado. Consiste en gotear y salpicar la pintura sobre una tela sin tensar colocada en el suelo en lugar de los tradicionales pinceles.
Estrella fugaz pertenece al comienzo de este ciclo central de Pollock que termina en 1953. Mediante este método creo obras como Full fathom five y Lucifer (1947, Museo de Arte Moderno, Nueva York), Marrón y plata I (1951, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid).

Tres años después, su estilo se transformó al retomar la figuración en blanco y negro, dentro de un estilo muy virtuosista. De este último periodo es Ocean grayness (1953, Museo Salomon R. Guggenheim, Nueva York).
Contrajo matrimonio con la pintora Lee Krasner en 1945. Peggy Guggenheim se convirtió en su mecenas.
La intensa relación emocional con Krasner, pero también artística, aumentó la productividad de Pollock creando cuadros como el famoso Macho y Hembra. Es en este punto, a principios de la década de 1940, cuando se detectan algunas influencias de pintores europeos como Pablo Picasso o Joan Miró. Por eso, no es de extrañar que los expertos consideren La Loba como una obra atípica dentro del estilo de Pollock, que representa de forma abstracta a la madre loba del mito Rómulo y Remo. El artista la vendió al Museo de Arte Moderno de Nueva York por 650 dólares estadounidenses, logrando así ganar dinero con su arte por primera vez. Lee Krasner no solo estuvo detrás del artista como manager, sino que hizo todo lo posible para ayudarle a superar su adicción con el alcohol. De hecho, el artista pasó varias veces por centros de rehabilitación a partir de 1942, pero nunca consiguió superarlo. La única terapia que tuvo efecto fue la que realizó con el doctor Joseph Henderson, quien le ayudó a expresar en imágenes sus traumas y sentimientos durante la infancia. Durante poco tiempo, el arte para Pollock se convirtió en el único remedio para sobrellevar una fuerte depresión.
Entre los años 1947 y 1950 vieron la luz algunas de las obras más conocidas de Pollock, creadas mediante la técnica del goteo. Para llevarla a cabo, y como él mismo decía, “para formar parte del cuadro”, colocaba los lienzos en el suelo, los rociaba y espatulaba con pintura por todos lados. Su aplicación rítmica, de la que surgen patrones y estructuras aleatorias, también se conoce como Action painting (o pintura de acción). Shooting star, Number 8 o Number 5 (durante mucho tiempo considerado como el cuadro más caro del mundo) fueron algunas de las obras más destacadas de esta época.

La muerte de su médico de toda la vida, el doctor Heller, en 1950, volvió a meter a Pollock en un profundo pozo. Sus obras se fueron volviendo cada vez más incoloras y oscuras pero, al mismo tiempo, sus exposiciones eran muy bien recibidas por el público. The Deep (1953), que hoy se encuentra en el Centre Pompidou de París, es un claro ejemplo de esta evolución. Se considera el último cuadro del artista porque, después de que su madre sufriera varios infartos en 1955, volvió a recaer y retomó la terapia. Como ninguno de los tratamientos trajo el resultado esperado, Pollock interrumpió su labor creativa poco después. Su vida personal también resultó ser un fracaso: Lee Krasner decidió separarse y emprender una nueva vida sin Jackson en Europa.
Jackson Pollock falleció en Springs, Nueva York, el 11 de agosto de 1956 al sufrir un grave accidente de automóvil cuando conducía su Oldsmobile convertible bajo la influencia del alcohol. Uno de los pasajeros, Edith Metzger, también murió en el accidente, que se produjo menos de una milla de la casa de Pollock. La otra pasajera, Ruth Kligman, artista y amante de Pollock, sobrevivió al accidente.
Lee Krasner, informada del suceso, regresó de inmediato de su viaje, se ocupó durante años del legado de su marido y de su casa de Springs, siguió pintando con reconocimiento creciente y murió, a los 75 años, en 1984.
Aunque la carrera de Jackson Pollock se limita a menos de 20 años, sus pinturas de goteo dieron forma al expresionismo abstracto de la década de 1940 y, en la actualidad, siguen figurando entre los cuadros más caros del mercado. Actualmente, su extensa obra se encuentra expuesta en museos de la talla del Guggenheim Nueva York (Museo Salomon R Guggenheim) o el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA)