Por: Isabel Rezmo

Proverso entrevista este mes a la poeta Carmen Herrera Caballero. Ella misma ha querido presentarse ante nuestros lectores.
Nací el 17 de Junio de 1971 en Sevilla, ciudad donde resido actualmente después de pasar mi niñez y juventud en Alcalá de Guadaíra.
Tras años escribiendo y dedicando mi tiempo a la literatura, edito mi primer trabajo poético, Alfileres, en marzo de 2021, compuesto por 70 poemas de carácter intimista, de la que se editó la 2a edición en Octubre del mismo año.
He participado en numerosos recitales poéticos andaluces y tengo muchos poemas publicados en Antologías poéticas.
He colaborado en radio y presentaciones de libros de otros compañeros.
En 2019 empiezo a escribir letras de canciones para el músico y compositor sevillano Manuel Marvizón, quien me acompaña en todas mis presentaciones tocando el piano mientras yo recito. La música es muy importante en mi vida, ya que mi abuelo fue pianista y compositor. Escribo siempre escuchando las notas de un piano…
A raíz de estas colaboraciones, el Maestro Marvizón y yo creamos El Hatillo de Quevedo, círculo de poetas y músicos donde se realizan jornadas literario-musicales y que han tenido muy buena acogida por el público.
En la actualidad, estoy preparando mi nuevo poemario que se presentará a mediados de este año.
RP: Buenas tardes, Carmen, ¿Cuándo se despierta en ti el interés por la poesía?
CHC: Antes de saber leer porque mi padre escribe poesía y ama la poesía y nos recitaba desde que éramos muy pequeños. No es algo que yo buscara, es que me la encontraba en casa y me gustaba mucho. Tuve la oportunidad de tener en mis manos grandes antologías de los mejores poetas desde niña.
Me recuerdo escribiéndola desde siempre, por necesidad de comunicarme de otra manera y conmigo misma, envolviendo las emociones y jugando con las letras y sus significados.
RP: ¿Don, sensibilidad, cual es la definición más correcta para ti?
CHC: Yo creo que la poesía es el don de poder transmitir la sensibilidad con la que percibimos la vida y cada rincón de nuestro mundo interior.
RP: ¿Dónde encuentras tu voz poética?
CHC: En el amor, ampliamente entendido.
RP: ¿El último libro que hayas leído?
CHC: El color de la Areata, de Almudena Claro (lo estoy terminando).
RP: ¿Algún verso que recuerdes?¿Por qué?
CHC: ¡Ay, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!, de García Lorca. Desde muy niña se venía a mi mente cuando era consciente de lo difícil que es a veces querer a los demás aceptándolos como son. Ahora de mayor no solo lo pienso, sino que lo digo…
RP: Autores que te hayan marcado especialmente.
CHC: Torcuato Luca de Tena, con Edad Prohibida, me marcó la adolescencia. Es un libro que leí repetidamente. Camilo José Cela, con La familia de Pascual Duarte, me impactó porque me descubrió una realidad que, a tan temprana edad, yo no conocía. En poesía me llamaron especial atención Quevedo, Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Lorca, Jose Ángel Buesa…

RP: ¿La `poesía nos domina? ¿Qué aprendemos de ella?
CHC: La poesía nos libera. Yo aprendo a reducir, a condensar, una emoción inmensa a unos versos, a un instante que se quedará para siempre. Es hacer un libro de recuerdos que puedes olvidar cuando quieras porque vivirán contigo.
RP: Algo que consideres que debes cambiar a la hora de enfrentarte al texto poético.
CHC: Las rimas. Pienso en rima, es inevitable para mí. A veces dejo de escribir porque me molesta. Otras, me permito expresarme como soy. Siento que cada poema trae su propia vida y es como es.
RP: ¿Cómo ves el escenario poético actual?
CHC: Veo que hay mucho y de todo. Me gusta que se disfrute de la poesía. Escribiéndola, exponiéndola…
RP: ¿Proyectos de futuro?
CHC: Publicaré mi segundo poemario para el verano y estoy preparando distintos eventos del Hatillo de Quevedo, movimiento literario- musical que he emprendido junto al músico y compositor Manuel Marvizón. También tengo pendiente una colaboración muy especial (de la que aún no me dejan hablar).
RP: Para terminar, te dejamos que aportes lo que desees para los lectores de PROVERSO.
CHCH: Quiero aportar letras, porque es mi mejor manera de comunicarme con el mundo.
SIENTO DECIRTE Siento decirte que no todo es poesía, que a veces me duele la vida tal y como es, que a veces no me duele la vida siquiera, que las rosas solo son flores algunos días y que, en esos días, la calle es gris y gris la veo. Y gris la piso. Y ella a mí. Siento decirte que algunos días las letras son las del banco, que solo sueña la cuenta corriente y que yo me distraigo las ganas de huir contándole cuentos al miedo de quedarme donde no existo… Son esos dias que dejo de rimar con el mundo porque mi vida es un poema.